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La historia está ambientada en el presente y tras un pasado parcialmente visto como glorioso. En estas, el Fuego Juvenil ostenta el poder. Un misterioso revolucionario apodado "Viejuno" empieza una improvisada campaña con el fin de incitar a la población a adoptar una perspectiva optimista a pesar de las patrañas con las que convivimos.
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Ocurrió en Stutgart, donde un hombre tras recibir la noticia de que era esteril y las quejas de su mujer decidió pagar a su vecino para que dejase embarazada a su mujer. El vecino, con dos hijos, parecía un buen candidato. Tras 72 infructuosos intentos pidieron al vecino que se hiciese un examen médico, descubriéndose que el vecino también era estéril tras lo que su mujer no tuvo más que admitir que los niños no eran suyos. Ahora además le reclaman los 2.500$ que le pagaron por dejar embarazada a la mujer del primero.
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Madres divorciadas, se acabó lo de vivir del 'ex' | ||
Lo decidió el miércoles el Tribunal Federal Supremo alemán en una sentencia sin duda histórica. Cuando una mujer casada y madre se divorcie o se separe del marido, sólo podrá aspirar a que su ‘ex’ le pase una pensión durante los tres años siguientes a esa separación, y eso siempre que sea ella quien se haya quedado al cuidado de los hijos comunes renunciando a su puesto de trabajo. A partir de entonces, sólo habrá pagos añadidos por esa dedicación a los niños si el juez lo estima ‘razonable y oportuno’. Es decir, se verá caso por caso, según la edad de las criaturas, si tienen algún problema de salud o requieren una atención especial, si disponen de una plaza en guarderías o colegios o si existe la posibilidad de que alguien se ocupe de ellos mientras la madre está en la oficina, la fábrica o el despacho. Pero, en principio, la madre separada o divorciada tiene que volver al trabajo para mantenerse a sí misma a los tres años de ese divorcio o separación. La sentencia responde a la demanda presentada por una mujer, maestra en Berlín, quien se divorció en 2006 después de seis años de matrimonio. Ella tiene la tutela del hijo común de siete años enfermo de asma y recibe de su ex marido, además de la pensión para dicho hijo, otros 837 euros al mes. De acuerdo con la nueva legislación que entró en vigor en Alemania el primero de enero del 2008, ella debería volver a su puesto de maestra y ver reducida su pensión a la mitad hasta que se cumplan los tres años del fin del matrimonio, ya que ahora está dando clase de vez en cuando. El ex marido reclamó a la justicia suprimir totalmente los pagos de manutención en agosto y ella recurrió. Al final, la maestra ha perdido la batalla. Antes, en Alemania, una mujer separada o divorciada que hubiera sacrificado su carrera profesional para ocuparse de sus hijos tenía garantizada legalmente una pensión hasta que el crío tuviera ocho años. De los ocho a los quince años de edad de la prole, la madre podía seguir recibiendo esa pensión del ex y tener además un medio empleo, o un trabajo a tiempo parcial. A menudo, la situación se prolongaba a medida que la madre ganaba en años y perdía en oportunidades de reincorporarse a la vida laboral. Pero ahora las cosas han cambiado radicalmente y los jueces de Karlsruhe han decidido que la mujer-madre divorciada debe de regresar bastante antes a su puesto de trabajo, caso de que no lo haya perdido. Se mantiene el principio de que la madre divorciada tiene derecho a esa pensión de manutención en los primeros tres años y cuando los niños son pequeños, porque se entiende que no es compatible la plena dedicación al trabajo y a la familia. Pero el nuevo derecho de familia, refrendado ahora por esta sentencia del Tribunal Supremo Federal, establece que la mujer después de esos tres años está obligada a trabajar como antes. Lo definía claramente una de las miembros del Tribunal, Meo-Micaela Hahne: "Las mujeres jóvenes ya no pueden confiarse y pensar: si tengo un anillo de matrimonio en mi dedo tengo garantizado el mismo nivel de vida tanto si sigo casada como si me divorcio". Las mujeres, en este aspecto, tienen que aceptar la cruda realidad: después del fin del amor, cada cual tiene que ganarse las lentejas por su cuenta. La difícil elección entre trabajo e hijos A pesar de los pesares, la maternidad sigue siendo un freno laboral cuando no una amenaza a ese puesto de trabajo duramente conseguido. Y si el matrimonio o la pareja deja de funcionar, la maternidad es también una carga económica que no tiene una alta remuneración. y menos en estos tiempos de amores y economías revueltos. Tal vez para animar a las indecisas, en Bruselas Alemania precisamente se niega a aumentar esa 'pausa bebé' argumentando que hace más difícil la reincorporación de la mujer al trabajo. Pero detrás todo ello están los empresarios, quienes creen que esas dos semanas más les supondrían un desembolso extra de 500 millones de euros. Pocos padres se acogen al permiso de paternidad -que aquí tiene una duración mínima de dos meses-, haciendo así realidad el splitting de tareas domésticas. En una tal situación, es lógico que muchas mujeres se encojan de hombros cuando los gobiernos se lamentan de los preocupantes niveles de nacimientos en el mundo occidental. Con semejantes ayudas estatales y legales, quedarse embarazada es, sin duda, un acto de auténtico coraje. | ||
www.cotizalia.com |
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Por gentileza de www.idealista.com, adjunto el link de las casas nuevas más baratas de España. La más barata está en ciudad real y cuesta 42.000 euros. la más cara de la lista está en ávila y sale por 84.000 euros. entre ambas hay otras 48 casas estupendas, algunas cerca del mar y otras en la montaña
conócelas en este enlace
http://www.idealista.com/pagina/nota-prensa?numNotaPrensa=0&anyoSeleccionado=2009&idNotaPrensa=116
Vienen mal dadas. Juan Roig lo sabe en sus propias carnes. El presidente de Mercadona presentó ayer jueves los resultados de su cadena de supermercados. 320 millones de beneficios, un 5% menos que el año anterior. Una baja poco relevante para lo que llegará en 2009. El empresario valenciano lo tiene claro. Con ganar la mitad este ejercicio -160 millones- se daría con un canto en los dientes. Y el camino para lograrlo será difícil, porque tendrá que facturar 15.500 millones, prácticamente lo mismo que en 2008. Aun así, se ha marcado ese objetivo con dos referentes claros: trabajar más y bajar precios.
Es lo que hay. La crisis actual es, en palabras del propio Roig, lo más parecido a una economía de posguerra. Sin llegar a los extremos de la autarquía, el fundador de Mercadona considera que los españoles nos hemos dado cuenta del extraordinario drama demasiado tarde. "Ha sido como un gran globo que nos ha explotado en la cara. A partir de ahora tendremos que vivir de otra manera. Habrá que adaptarse para poder triunfar". Lo dice un empresario hecho así mismo, hijo de una familia de tenderos (Cárnicas Roig) que después de 31 años ha consolidado a su compañía como uno de los principales grupos de distribución del país. Y después de todo lo andado, ahora hay que cambiar el paso.
Roig es consciente de que algunas de las decisiones recientes de Mercadona han podido molestar. Fundamentalmente, la retirada de productos, hasta 800, de sus superficies comerciales. Según el empresario valenciano, había que tomar decisiones urgentes. Tras un primer semestre de 2008 regular, el verano (con la huelga de transporte incluida) fue un punto de inflexión para la caída en barrena. A la vuelta de las vacaciones, la crisis se escribía ya con mayúsculas y dejó de ser un tabú para los políticos. Para afrontar ese nuevo escenario había que reaccionar y sólo quedaba una opción: bajar precios. Es decir, recortar costes. O sea, eliminar todo lo "superficial" que pudiera encarecer un producto.
El tomate frito con calcio pasó a mejor vida. Los limones abrillantados se conservarán solo en fotos. La nueva filosofía de Mercadona es un back to the basics en toda regla. Lo sencillo es lo mejor... al menos para los tiempos que corren. "En tiempos de bonanza todo tiene cabida, hasta las mayores excentricidades", recordó ayer ante un auditorio con más de 50 periodistas. "Nosotros mismos nos habíamos amuermao". Ahora llegan los días de austeridad. "La empresa tiene que ser prescriptora. Ofrecer al jefe -el cliente- la mejor solución y al tiempo la posibilidad de ahorro". La cesta de la compra tiene que rebajarse hasta un 15%.
Sin embargo, en esta nueva deriva estratégica, algunos grandes fabricantes vieron, de la noche al día, cómo sus productos se caían de las estanterías de Mercadona. "Probablemente no hayamos actuado de la manera ideal", reconoció con aplomo el propio Roig. "Se informó a los proveedores lo antes posible. Desde entonces, hemos mantenido un tira y afloja para llegar a acuerdos. Con algunos nos hemos tenido incluso que pelear, pero ninguno ha dejado de trabajar con nosotros". Tampoco ninguno de los fabricantes de sus productos recomendados ha roto el matrimonio que le une de por vida a la cadena valenciana. Ya se sabe, en época de crisis hay menos separaciones.
Tampoco parece que quiera gresca con sus competidores. Roig no ha entrado al trapo de los fabricantes, que han lanzado una campaña promarca a través de su lobby, ni al de los distribuidores, como Carrefour, que primero hizo un guiño de compromiso a las marcas y ahora acaba de lanzar una agresiva campaña de reducción de precios de hasta el 25%. "Cada uno que tome las decisiones que quiera libremente", subrayó sin ningún atisbo de tensión, aunque en todo momento evitó pronunciar el término marca blanca. "El tiempo dirá quién tiene razón y a quién siguen los consumidores". Aquí paz y después guerra en los precios.
Llegado el final del discurso, parece que no habrá soluciones mágicas. Rescatando ideas de su etapa al frente del Instituto de Empresa Familiar, Roig propone un modelo descorazonador, sobre todo si aún se vive del recuerdo de la última década, marcada por unos niveles de crecimiento prodigiosos... y virtuales. Hay que trabajar más y mejor. Aceptar ganar menos y preguntarse qué puede hacer uno mismo o en su conjunto la sociedad civil para superar este profundo bache. Nada bueno puede ocurrir si esperamos que las soluciones vengan de los políticos. Tirando de pragmatismo, Roig desvistió al último de los héroes creados por la grey. Seamos realistas, "ni siquiera Obama nos va a salvar de la crisis".
Y para los creyentes de la religión Mercadona, su presidente recomendó un libro de cabecera. Poca cosa, liviano, no muy trascendental, pero lo suficientemente ilustrativo para entender las pasos que ahora sigue la compañía levantina. Se titula "El pez que no quería evolucionar", un libro de autoayuda para aprender a aprovechar el talento potencial y que puede servir como perfecta parábola para ilustrar de los tiempos que corren y los cambios que tienen que llegar.