Todo buen Viejuno que se precie sabe bien que, sin caer en el narcisismo adolescente, tres detalles estéticos son el mínimo necesario imprescindible a evitar, si uno quiere progresar en el ordenado-mundo-del-buen-padre-de-familia. A saber:
1-Evitar trajes ajados o con agujeros, así como camisas con puños o cuellos demasiado desgastados.
2-Evitar corbatas estridentes o relojes pequeños.
3-Evitar cualquier tipo trenzas, trencitas, greñas, cintas...
Estaba Viejuno sopesando como evitar el tercer pecado capital, cuando cayó en la cuenta que la adorable Sheila, de la Peluquería Scarlatta (Cortes a 7,80 €) tendría ya el cupo lleno, a esas horas del sábado y con esos precios.
No hay mal que por bien no venga, pensó Viejuno marcando el teléfono de esa-peluquera-que-ya-de-enano-adolescente-le-cortaba-el-pelo. Siempre es reconfortante envejecer con una peluquera de referencia, pensó,: el corte de pelo y la conversación permanecen estables a lo largo del tiempo, lo cual te hace sentir más joven. Pues tampoco: altas horas del sábado, cercanías de navidad, cupo lleno...
Se encamina Viejuno a uno de los muchos locales del barrio que cortan el pelo al respetable, y, sin asomo de duda, se decide por una franquicia de peluquería de nombre francés. Embutida en una camisetita blanca con el nombre del franquiciador en la espalda, una amable jovenzuela trasquila al Viejuno con soltura, amabilidad, profesionalidad, y hasta conversación sobre el partido de balompié a celebrar esa misma noche.
Sorprendido por todo el despliegue de amabilidad, se atreve Viejuno a contar una anécdota: resulta que el local que hoy acoge la peluquería, acogió en sus tiempos un bar de copas propiedad del añorado Chicho Sibilio. Naturalmente, la jovenzuela, que debió nacer en los tiempos en que Sibilio se fue del Barça, no sabe nada de ese tal Sibilio, lo cual devuelve cruelmente al Viejuno a su realidad. La jovenzuela remata la faena afirmando con simpatía, entre tijeretazo y tijeretazo:
-Se nota que es usted del barrio de hace muchos años eh?
2 comentarios:
Al parecer, el citado mito del baloncesto, el hombre del Exin Basket (posiblemente el antecedente de la Edad de Piedra más claro del OneonOne de las primeras consolas), sigue en la mente viejuna de todos... Lo mejor que he leido sobre él es "un Ferrari no está hecho para frenar"; no defendía, pero cómo tiraba, el tío...
La leyenda decía que la clave era que le entraran los dos primeros tiros: si había esa suerte, era un ciclón. Si no, era presa de la ansiedad.
Siempre tuvo, y debe conservar, abundantes atributos humanos
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